Estamos convencidos de que los cambios en la organización del trabajo en las Administraciones, incluido el impulso a las tecnologías de la información y las comunicaciones, tanto en cuanto a métodos de procesamiento electrónico de la información como de contacto y relación entre el personal empleado público y con la ciudadanía, tiene mucho que ver con la presencia - o no – en ellas de personal directivo público con competencias, formación y experiencia adecuadas y con sistemas de selección abiertos – entre otros aspectos - esto es, con la figura del personal directivo público profesional. Y no sólo porque esta figura fuera prevista en su creación, en la Ley 7/2007 del Estatuto Básico del Empleado Público, precisamente para contribuir decisivamente a la modernización de las Administraciones, sino porque, desde una consideración amplia, está impulsando y liderando en la práctica las iniciativas más transformadoras en materia de Administración electrónica, innovación, etc., y la...